Así empezó mi año, quería una torta, una fiestita y todo de verdad. Como no podía tenerlo me fui a lo de un utilero amigo, compre mi porción de torta de mentira, y ahí me encontré con los colores que me faltaban. Sonreí, baile y me deje llevar por un mar de ficción, una realidad "a medida".
Como siempre, todo tiene sus costados negativos. El conocido día después, el amigo Mr. Cocohead, ese señor que se sienta a los pies de tu cama y te saca el album de fotos de tus miserias. Una por una las ves, las tocás, las sentís, le imploras que se vaya. Se levanta, despacio se aleja de la habitación, cuando empezás a respirar, escuchas sus pasos en el pasillo. Esta vez, el album es más grande, todo lo malo que viste e hiciste está ahí y se te hace carne por unas horas.
Después, por decantación natural el sueño se apodera de tus ideas y de las de él, te dormís y por fin vuelve el alivio de la cotidianeidad.
Igual, existe la ansiedad ante las puertas. Ese pequeño temblor que te sacude al pensar que él va a estar esperándote del otro lado...
1 comentario:
Hola bombón.. Me gusta tu blog. Me gusta como escribís y me gusta que a esta altura de nuestras vidas podamos comenzar un año más y que pueda decir: amo a mi hermano con todo mi corazón y nos llevamos mejor ahora que antes. Ya sé que somos grandes, que podemos contarnos cosas que antes ni en pedo nos contábamos... pero eso tiene que ver con las etapas que tienen que pasar todas las relaciones humanas... y la HERMANDAD no está exenta de análisis, crisis, alejamientos y reproches. Pero hoy te siento bien cerca hermanito. Y eso me hace feliz. Estoy con vos, a tu lado, y contá conmigo para lo que necesites. TE QUIERO PENDEJO!!!!
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