lunes, enero 08, 2007

Cientocincuentayuno

Subo, único asiento disponible: pasillo al lado de un ser monstruoso. Una niña de 9 años, que parecía una vieja de setenta, atrapada en un cuerpo robado de un colegio primario. Saca su bolsa del asiento en el cual estoy por sentarme y, por su forma de moverse, aumenta la percepción que se me hizo de vieja espantosa devenida en niña mediante algún tipo de hechizo. Ronronea el motor por quince cuadras hasta que:

- Permiso...
- Si pasá, le digo, mientras me corro...

Me pisa y duele de manera irreal. En mi cabeza como un flash aparece un letrero que dice: y claro, te acaba de pisar la vieja que está atrapada ahí dentro, y que al parecer pesa como 200 Kg.

- Disculpame... ¿Te pise?
- Nooo, todo bien.

Automaticamente después de contestar pienso que mi respuesta fue excesivamente veloz, cuando se baja, la voz en off de mi inconsciente dice, si hubieses sido la vieja de verdad, le hubiese dicho: si vieja de mierda, me destrozaste un dedo!!
Pero el cuerpo de niña, hizo de fusible ante mi ira desequilibrada, y sólo escupí una respuesta inofensiva y adecuada para un niño. Los niños no tienen la culpa de lo malo del mundo, ni siquiera cuando transportan viejas chismosas de polizón en su cuerpo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno lo de la niña como vehículo de la vieja!!!! Placer al leerlo; oxigena.
Saludosssssssssssss,
E

cacao humeante dijo...

Estimado señor E, quiero que sepa que es gracias a Ud. y sus repetidas incitaciones que mis palabritas se animan a salir en forma de relatitos, flashes o lo que sea. Posta, vieja, sin vos esto no hubiese sido posible. Convengamos que sos un grosso de verdad.