Mi principal enemigo, la velocidad de las cosas impuesta por mi propia cabeza, más rápida que la realidad, y con una facilidad de construcción insospechada.
Por momentos siento que a todo le pongo figuras, que todo me es ajeno, es una pelotudez. Es un no hacerme cargo de mi realidad, no hay enanos, no hay enemigos, todo es parte de la misma cosa: yo.
Ahora, que dificil es soportarme.
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