lunes, agosto 16, 2010

Sonidos

Suena un disco de domingo,
ya pasó el medio día,
estás moviéndote lentamente en la cama.

Abrís los ojos y una luz tenue te acaricia,
sólo quedan por delante horas de letargo.
El mundo se mueve a tu ritmo, señal de que hay paz.

Todo pasa en cámara lenta,
sentís el olor de las sábanas
y su olor en tu cuerpo,
la suavidad y calidez del algodón,
sus piernas perdidas entre telas,
su pelo estrellado en la almohada.

Los sonidos son cíclicos,
repetitivos,
constantes...
No podés dejar de percibir la continuidad,
la calidez del verano y el confort del abrigo en invierno.
Sentís todo.
La luz vuelve a acariciarte,
no te queda más que ser feliz.